Cruceros llegan al golfo chiricano



Cifras del Departamento de Áreas Protegidas y Vida Silvestre de la regional del Ministerio de Ambiente en la provincia de Chiriquí indican que recibieron a dos mil 998 extranjeros en el Parque Nacional Marino Golfo de Chiriquí (PNMGCh).
La mayoría de estos visitantes son originarios de Estados Unidos, Canadá, Australia y China; pero de otras latitudes el parque recibió visitantes de Japón, México, Sudáfrica, Holanda, Indonesia, Filipina, Alemania y Reino Unido.
El parque fue creado mediante Resolución de Junta Directiva 019-941 del Instituto Nacional de Recursos Naturales Renovables, antigua Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), hoy Ministerio de Ambiente.
Se ubica en la provincia de Chiriquí, entre los distritos de David y San Lorenzo, corregimientos de Pedregal y de Boca Chica, respectivamente; con una extensión de 14,740 hectáreas, de las cuales el 10% (1,475.81 hectáreas) de su cobertura es terrestre, compuesta por 44 islas, islotes y cayos; y el resto, 13,264.19 hectáreas aproximadamente, son marinas.
Esta área protegida esta integrada con islas e islotes muy cercanos a la costa, que presenta diversas opciones para disfrutar del turismo de naturaleza con sus atractivas playas, acantilado, coral a poca profundidad, que se pueden disfrutar en snorkeling, se localizan 17 especies de corales duros, la más representativa, en un 95%, es Pocillophora damicornis; y otras 28 especies de corales blandos.
El golfo es un sitio importante para la anidación de aves residentes y migratorias, y albergue de algunas especies amenazadas como tortugas marinas, tiburones martillo y otros. 
En sus cristalinas agua se localiza el 85% de la totalidad de los géneros de peces del Pacífico Oriental Tropical, y parte de un extenso corredor biológico marino del Pacífico Oriental Tropical, un área de tránsito para tortugas marinas, varias especies de ballenas y delfines.
Conecta con más de 76,000 hectáreas de manglar en la costa sur de los distritos de David, Alanje y San Lorenzo, en donde es evidente la interacción de ecosistemas marinos para favorecer el desarrollo de poblaciones de especies como el pargo y otras que pasan parte de su ciclo de vida en los ecosistemas de manglar.
En el pasado fue uno de los mejores sitios para pescar langosta y recolectar ostras perleras. Hoy en día se trabaja con diferentes iniciativas para recuperar la productividad característica de la zona.
En diciembre de 2011 se aprobó el plan de manejo de dicho parque, donde se encuentran las regulaciones para los diferentes usos que se pueden desarrollar: turismo y recreación, pesca artesanal, investigación y educación ambiental.

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